miércoles, 15 de septiembre de 2010

Hay vida después del ciclismo.

El ambiente ciclista aumenta en fiestas, ya el viernes antes de fiestas, salida de 40 kms, parando a almorzar como es debido, dos huevos fritos con buena guarnición y buen trago de vino.



El martes de fiestas, hicimos almuerzo ciclista, pero sin bicis. Al cual acudió David Cañada, de hecho la idea era enseñarle el ambiente de fiestas. Repetimos menú y después descubrimos la verdadera pasión del ciclista, los encierros, hasta se atrevió con la tabla y el roscadero, unas fotos de muestra.



El almuerzo que había comenzado a las 9 de la mañana, se alargo para algunos hasta las seis de la madrugada, este David nos da caña en todos los terrenos, pero un día es un día.

1 comentario:

Toupeiro dijo...

Un buen almuerzo acompañado por unas risas es muy reconfortante y recuperador.