Como veis, cada uno se apaña como puede en temas de seguridad vial y no me ha parecido una mala idea, un poco antiestética si que es y rompe con todas las leyes de la aerodinámica, pero se le ve, eso si.
Esta mañana a vueltas con los pedales y con los parámetros, que si cadencia, que si pulso, que si..., al final lo que manda es la cabeza. Me encontraba sin chispa y después de intentarlo un par de veces, he decidido dejarlo para mañana y simplemente rodar. A la bajada me he encontrado con Alberto y toma ya, he doblado lo que me tocaba hacer, lo dicho, la cabeza manda.
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