miércoles, 22 de junio de 2011

No era el día

Por fin puedo dedicar unos minutos a escribir la crónica de la Quebrantahuesos. Días de muchos líos, estrés, cambios, viajes y demás varanvanes que me han hecho ir sin tener un segundo para respirar. Después de ver lo liado que he ido esta semana, vamos ni siquiera poder sacar dos minutos para actualizar y pensar en lo que había hecho un mes atrás he obtenido la respuesta a mis desastrosas sensaciones en la marcha, llegué cansado y no por los entrenos, sino por el ritmo de vida que he llevado, pero como me dice un amigo, hemos de adaptar la bici a la vida y no al revés, esto es una afición.

Cuando me preguntan como me fue, sencillamente la respuesta es... MAL y no lo digo por el tiempo que tardé, 8h 8', si no por todo.

El fin de semana, estupendo, salimos el viernes por la mañana, comimos en Sabiñanigo, por cierto bastante regular, me fastidió, vaya manera de dejar alto el pabellón, pero bueno, en seguida a por los dorsales y una vuelta por la feria del corredor, aprovisionamiento en Mercadona y para el apartamento. Después de cenar Marcos y yo fuimos a dormir al MONTE RAPITAN, vaya cachondeito con el nombre, no se me olvidará nunca. Por la mañana, madrugón y para Larrés a desayunar, y con la bici para la salida.

En principio la idea era ir con Marcos, pero desde los primeros kms no me iban las piernas y tuve que meterme en un grupo con un ritmo más llevadero hasta el Sonport, la subida con todo metido, no podía mover más desarrollo y el pulso iba bajo. La bajada con cuidado por la lluvia y hasta pie del Marie Blanc no podía ir cómodo, tenía calambres en las piernas. La subida despacio y los últimos 4 kms, duros de narices, fue donde mejor me encontré, yo creo que al llevar el pulso alto el reloj estaba en su salsa, pero al coronar había que hacer unos dos o tres kms de falso llano en descenso y no me iban las piernas, descenso sin apurar y grupo hasta pie de Portalet, 29 kms de subida.

Desde el principio, que es lo más suave con todo metido y no era capaz de pasar de 135 pulsaciones, agonía hasta el avituallamiento, a 10 de coronar; naranja, sandwich de jamón y queso, plátano, dos vasos de Acuarius, dos de Coca Cola y para arriba. A falta de un km, calambres en el muslo derecho, estiro y a coronar. La bajada frenando, no iba bien y pensé, mejor controlo, no vaya a ser que cometa un error y me vaya al suelo. La subida a Hoz, ni hablo, dos kms que me parecieron el infierno y hasta meta en un grupo dejándome llevar.

Como he dicho el tiempo no es lo que me preocupa, si no las sensaciones, todo el año preparando la prueba, para tener un mal día y lo peor es que no disfruté nada de nada. A día de hoy, todavía no estoy recuperado y sigo cansado.

Ahora a esperar que me cojan en el sorteo para el año que viene y a quitarme esta espina.

Mala despedida le he dado a la Pinarello Angliru.


3 comentarios:

Saturnino dijo...

Contra los elemenos no se puede luchar. Cuando las cosas no salen no salen, y no hay que darle más vueltas. El próximo año seguro que te quitas todos los sinsabores.
Arriba ese ánimo.
Un saludo.

Mildolores dijo...

No seas duro. La has hecho, que ya es. Entiendo y sé que lo puedas hacer mejor, pero de todo se aprende. Saca el lado bueno y a por el año que viene.

Francisco Castaño dijo...

SATUR: Eso espero el año que viene, poder resarcirme.

MILDO: No soy duro, lo que pasa es que no poder ni disfrutar...